Principales plagas del tomate y su control

El cultivo del tomate es uno de los más populares, pero también es vulnerable a plagas como la Mosca Blanca (Bemisia Tabaci), la araña roja (Tetranychus urticae), la Tuta absoluta y el Vasates (Aculops lycopersici). Todas pueden afectar en mayor o menor medida al rendimiento y la calidad del fruto si no se logran controlar a tiempo.

Medidas preventivas generales

Antes de abordar las plagas específicas, es fundamental comentar la importancia de tomar medidas preventivas como:

  • Eliminación y limpieza exhaustiva de malas hierbas y restos de cultivo que pueden ayudar de refugio a la plaga. Lo más efectivo será trasladar fuera del invernadero restos de poda, tallos y frutos dañados
  • Colocación de dobles puertas o mallas en bandas, techos y puertas de invernaderos, controlando, sobre todo, la dirección de los vientos dominantes. Los cerramientos serán con mallas de calidad para prevenir la entrada desde el exterior.
  • Rotaciones de cultivos en la medida de lo posible y distanciar lo máximo que se pueda una siembra de la siguiente.
  • Uso de variedades tolerantes a los virus transmitidos por estos insectos plaga.
  • Monitorear los cultivos frecuentemente mediante inspección visual y el uso de trampas cromotrópicas amarillas, azules o negras, dependiendo del insecto vector.
  • Mantener un control ambiental adecuado (ventilación, temperatura y humedad) para evitar su aparición o controlar las poblaciones de insectos dentro de los umbrales en los que su desarrollo se dificulta.
  • Limpiar regularmente las herramientas utilizadas durante las operaciones de cultivo.

Mosca blanca

La Mosca Blanca (Trialeurodes vaporariorum y Bemisia tabaci, la que provoca daños en tomate) es un pequeño insecto que se alimenta de la savia y puede transmitir virus, pudiendo causar pérdidas importantes en la producción. La época de mayor riesgo es en primavera y veráno (25-30 ºC), aunque temperaturas elevadas en otoño e inviernos suaves, pueden no parar su ciclo reproductivo.

Puede provocar hojas amarillentas, melaza pegajosa y negrilla. Para controlarla se recomienda usar trampas cromáticas amarillas, mantener el cultivo limpio y se podría aplicar control biológico con Encarsia formosa o Eretmocerus eremicus. Si es necesario, se pueden usar insecticidas específicos cuando se alcancen los umbrales de intervención, alternando productos para evitar resistencias, produciendo así de manera Integrada

Araña roja

La araña roja (Tetranychus urticae) es un ácaro que prolifera con el calor y la sequedad, pudiendo completar su ciclo en aproximadamente una semana cuando las temperaturas alcanzan los 30ºC. La época de mayor riesgo es en verano o cuando hay una humedad relativa inferior al 60%.  Puede provocar punteado amarillo en los frutos, telarañas finas en tallos y hojas y debilitamiento de la planta. Se puede controlar manteniendo la humedad, usando depredadores naturales como Phytoseiulus persimilis y aplicando acaricidas cuando la infestación es alta y se hayan superado los umbrales de intervención.

Tuta absoluta

La tuta absoluta, o polilla del tomate, es una de las plagas más destructivas. Sus larvas hacen galerías en hojas, tallos y frutos, pudiendo reducir la producción, si no se controla a tiempo, hasta en su totalidad o depreciando sus frutos hasta no poder comercializarse. En general, con una temperatura adecuada, puede seguir su ciclo reproductivo durante todo el año. Parará su actividad con temperaturas inferiores a los 10 ºC. Para prevenirla, se aconseja eliminar restos de cultivo, usar trampas cromáticas negras, feromonas de confusión sexual y aplicar tratamientos biológicos como Bacillus thuringiensis. En casos graves, se pueden usar también insecticidas selectivos, una vez alcanzados los umbrales de intervención, produciendo de manera Integrada, pudiéndose controlar usando depredadores naturales como Nesidiocoris Tenuis.

Vasates

El Vasates (Aculops lycopersici), conocido como ácaro del bronceado, provoca una coloración bronceada en hojas y tallos, deformaciones y frutos ásperos. El ácaro tan sólo se ve con microscopio o lupa de gran aumento (20x), debido a su reducido tamaño (0.15-0.2 mm). Se ve favorecido por temperaturas altas y baja humedad ambiente. Las épocas de mayor riesgo suele ser las primaveras y otoños secos. Se puede combatir eliminando restos vegetales, introduciendo ácaros depredadores como Amblyseius swirskii y aplicando acaricidas específicos en los primeros síntomas.También es recomendable limpiar herramientas y/o cambiar guantes en plantas afectadas para no transmitir a plantas sanas.

Conclusión

Combinar prevención, control biológico y uso responsable de productos fitosanitarios es la mejor estrategia para mantener el tomate sano y productivo. Con un manejo integrado y sostenible, podrás, en la mayoría de los casos, disfrutar de una cosecha abundante y de calidad.